¿QUÉ ES?
El método Gordon es un método de estimulación musical para niños de 0 a 3 años. Basado en un proceso experiencial llevado a cabo en un espacio diseñado para ello, donde no se habla, solo se cantan patrones melódicos, rítmicos y tonales y se disfruta del baile y el movimiento libre.
Las sesiones se complementan con piezas de música clásica variada (específicamente escogidas para trabajar conceptos por trimestres) y con canciones tocadas y cantadas en directo en cada sesión.
Se utilizan huevos shake -it, saquitos de arena, paracaídas, telas, pañuelos de seda, palos de lluvia, percusión menor, panderetas, marionetas, pelotas, bolas de colores, pompas etc.
La Teoría del Aprendizaje Musical desarrollada por Edwin Gordon en los años 80, es una explicación de cómo aprendemos música.
Basada en un extenso programa de investigación y de trabajo empírico contrastado, llevado a cabo por Gordon y sus colaboradores, la Music Learning Theory (MLT) es un método comprensivo para enseñar “audición- (audiation)”, término acuñado por Gordon y que se refiere a la capacidad de pensar música con comprensión.
Los niños vienen a este mundo capacitados para aprender por sí mismos música.
La respiración, su cuerpo en movimiento, su voz, son las primeras señales de que
algo rítmico, sonoro y armonioso puja por expresarse.
Los niños aprenden música como aprenden el lenguaje. Después de haber escuchado la lengua materna durante varios meses, el niño entra en una etapa de balbuceo, en la cual experimenta con los sonidos del lenguaje que carece de sentido para los adultos que les rodean. Pronto, captará la lógica interna del lenguaje y será capaz de imitar las primeras palabras, para después ser capaz de juntarlas por sí mismo, en frases y expresiones.
Hay dos tipos de guía informal, guía sin estructura, la cual es apropiada desde el nacimiento hasta los 3 años y la estructurada más apropiada para niños de 3 a 5 años.
La instrucción musical formal comenzaría a los 5 años. Antes es recomendable proponer este tipo de métodos basados en la libertad de movimiento, de expresión y respetando el ritmo natural de cada niño sin expectativas ni objetivos concretos, aunque los guías programen todo lo que se irá viendo en cuanto a conceptos, sonidos, músicas escogidas e instrumentos que tocan y a su vez ofrecen para su exploración in situ.
El objetivo primordial es desarrollar la “audición” tonal y rítmica de los alumnos. A través de esta los alumnos son capaces de extraer un mayor sentido de la música que escuchan, interpretan, improvisan o componen a medida que van creciendo.
Cada niño nace con una inteligencia musical que necesita de estímulo y alimento
si queremos que pueda desarrollarse para permitirle disfrutar de la música toda su vida.
Audición preparatoria
El pensamiento musical de los niños que no han emergido del balbuceo musical se llama audición preparatoria. Los niños que se encuentran en la audición preparatoria pueden recibir guía informal en música sin y con estructura. No se beneficiarán de una educación formal mientras no sean capaces de escuchar internamente con comprensión.
Hay 3 tipos de audición preparatoria: aculturación, imitación y asimilación. Las siete etapas de la audición preparatoria existen dentro de estos 3 tipos según la siguiente tabla desarrollada por Edwin Gordon.
ACULTURACIÓNDesde el nacimiento hasta los 2-4 años |
IMITACIÓNDesde 2-4 años hasta 3-5 años |
ASIMILACIÓNDesde 3-5 años hasta 4-6 años |
Etapa 1: ABSORCIÓNEscucha y recoge auditivamente los sonidos musicales del entorno. |
Etapa 4: SALIENDO DEL EGOCENTRISMOReconoce que su movimiento y su balbuceo no coinciden con los sonidos musicales del entorno. |
Etapa 6: INTROSPECCIÓNReconoce la falta de coordinación entre cantar y respirar y entre recitar y el movimiento muscular, incluida la respiración. |
Etapa 2: RESPUESTA AUTOMÁTICASe mueve y balbucea en respuesta, pero sin relación, a los sonidos musicales del entorno. |
Etapa 5: CAPTANDO EL SENTIDOEs capaz de imitar con algo de precisión los sonidos musicales del entorno, especialmente patrones rítmicos y tonales. |
Etapa 7: COORDINACIÓNCoordina el canto y el recitado con la respiración y el movimiento. |
Etapa3: RESPUESTA INTENCIONADATrata de relacionar el movimiento y el balbuceo con los sonidos musicales del entorno. |
«El aprendizaje musical ocurre a través del ejemplo directo, el juego y el movimiento»
¿EN QUÉ CONSISTEN LAS SESIONES?
No se trata de “enseñarles” música a los niños, ni mucho menos de
darles explicaciones sobre ella, simplemente hay que crear un mundo lleno de riqueza sonora, de experiencias vivificantes, de interacciones adecuadas para permitirles ir secuenciando su propio aprendizaje.
Nos disponemos en en la sala de manera circular con todos los niños.
Estos van acompañados de un adulto cuya participación es super importante puesto que durante toda la sesión NADIE HABLA.
Para crear así un espacio donde solo van a trabajar uno de los hemisferios del cerebro: el derecho.
Al no haber motivación ni refuerzo hablado de los padres no distraemos su concentración en el proceso musical interno.
Sólo se canta y baila y se repiten patrones tonales, melódicos y rítmicos.
FASES DEL MÉTODO GORDON
1- Respuesta sin intencionalidad
Esta etapa tiene lugar entre el año y los 3 años. El tipo de guía informal es no estructurada. Así como la escucha es lo más importante en la etapa 1, en esta etapa la participación es lo más importante. Los niños hacen diversos sonidos y movimientos típicos del balbuceo. A pesar de que escuchar música instrumental en vivo y grabada continúa siendo beneficioso, la escucha de canciones y recitados cantados por los padres y profesores es crucial en esta etapa.
Es muy importante cantar y recitar una canción determinada siempre en la misma tonalidad, en el mismo rango y al mismo tempo.
Respuesta intencionada
Normalmente los niños comienzan a dar respuestas intencionadas entre los 18 meses y los 3 años de edad. A esta edad los niños deben comenzar a tener guía informal estructurada. La estructura no estará centrada entorno a canciones y recitados, sino más bien a animarles a participar cantando patrones tonales o rítmicos. En esta etapa los niños comienzan a querer imitar los patrones que escuchan pero no se debe esperar que lo hagan de manera precisa.
2- Imitación
Durante la etapa de imitación el niño comienza a hacer la transición de la audición preparatoria y el balbuceo musical hacia la “audición”.
Sus acciones musicales son más intencionadas e independientemente del nivel de corrección de sus imitaciones, el niño se beneficia enormemente cuando se involucra en la imitación musical. Comienza a aprender como enseñarse música a sí mismo.
3- Saliendo del Egocentrismo
En este momento es cuando el niño se da cuenta de que lo que está cantando no es lo mismo que lo que está cantando otra persona.
La guía del facilitador es crucial ahora. Cuando escucha un patrón rítmico o tonal, normalmente el niño responde de manera incorrecta con su propio patrón. En este punto el guía debe de imitar el patrón del niño.
ESTO ES CLAVE EN LAS SESIONES.
A su debido momento el niño aprenderá a discriminar las diferencias entre su propio patrón y el que escucha.
4- Captando la Lógica
El niño hace sus primeros intentos para entrar y participar en el mundo musical del adulto. Desarrolla la habilidad de imitar patrones rítmicos y tonales con cierta precisión.
El guía ayuda al niño repitiendo su patrón menos correcto y después repitiéndole otra vez el correcto.
La confusión que el niño experimenta en esta etapa es una confusión positiva. El que un niño intente interpretar un patrón es indicativo de que está aprendiendo. Normalmente a respuestas «incorrectas» le siguen respuestas correcta.
5- Asimilación
Durante la etapa de asimilación el niño se hace consciente de la sintaxis musical. Así como la imitación es como decir palabras sueltas en el lenguaje, la asimilación incluye la habilidad de usar frases musicales.
El niño aprende a interpretar patrones con cierta precisión así como a coordinar y asimilar la imitación de estos patrones con el movimiento de su cuerpo y su respiración.
6- Introspección
7- Coordinación
En esta etapa el niño aprende a coordinar su canto de patrones tonales con su movimiento y su respiración, y su interpretación de patrones rítmicos con el movimiento de sus músculos y la respiración.
A partir de aquí será capaz de escuchar comprensivamente cuando escuche, interprete, lea, escriba, cree o improvise música.
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«SOMOS MÚSICA, SOMOS VIBRACIÓN»
FACILITADO POR CARLOS CABO Y PATRICIA DEL OLMO.
» Sabemos que funciona porque es lo que hicieron con nosotros de pequeños y ambos somos cantantes, músicos y creativos»